Bienvenidos a mi Consultorio Astrologico virtual , en este blog ademas de ofrecer mis servicios de Tarot , Numerologia , Astrología , Cartas Natales y Buzios también podrán informarse de todo acerca de de las diferentes mancias y métodos de adivinación .
Espero que les guste y q les sea de su utilidad.
Entren y descubran que les depara el futuro atraves de los astros.
Contáctenos por vía e-mail astrologiadelnuevomilenio@hotmail.com
o por nuestro cel 096635958

Uploaded with ImageShack.us

jueves, 5 de noviembre de 2009





¿QUÉ ES EL I CHING?

I Ching significa "Libro de las Mutaciones". Es tanto un libro sapiencial como oracular. Como libro sapiencial nos guía para lograr nuestra armonía con el cambiante fluir de las corrientes universales, adaptándonos -activa o pasivamente, según lo dicte el tiempo dado- a los cambios, las mutaciones del acontecer (Tao = Sentido de la Vida = Ley Natural). "Lo inmutable es la mutación". Como libro oracular, provee un instrumento auxiliar para hallar esta posible armonía; una brújula virtualmente infalible para la orientación correcta. Entre ambos aspectos del libro no hay escisión alguna: es como si la faz sapiencial del libro correspondiera a su energía yang, espiritual, y la oracular a su energía yin, terrenal. Ambas se complementan formando una indisoluble unidad. En su origen, el I Ching es un libro sin palabras. Es una sucesión finita de 64 signos (en chino kua) no idiomáticos con significados infinitos, a su vez en secuencia cíclicamente infinita; un perfecto sistema algebraico. Como tal su lectura, aplicación e interpretación es igualmente ilimitada y universal. Gracias a su total abstracción, puede verse en él una síntesis enciclopédica de la realidad, desde los más diversos ángulos; puede interpretarse como una cosmogonía, como un sistema de lógica, o de matemática, en última instancia como una representación de la trama evidente del mundo, o más allá de ésta, como una representación de su trama secreta. El texto verbal que se le adscribió y que llegó a nosotros -una de las infinitas traducciones verbales posibles de los signos- es una creación epistemológica humana inspirada en una visión metafísica de ese ciclo de cambiantes imágenes gráficas de significación omnivalente. Y como este texto verbal transmitido es una amalgama de sabiduría taoísta con los principios de la filosofía moral confuciana, se presenta virtualmente como un tratado de ética. El acatamiento de los principios éticos resulta condición sine qua non para que -en su función oracular- las predicciones puedan darse y los vaticinios puedan cumplirse.

Extractado de la Presentación de D.J. Vogelmann a su traducción al español de la versión del chino al alemán de Richard Wilhelm, Editorial Sudamericana.

En la literatura china se indican cuatro santos como autores del Libro de la Mutaciones: Fu Hi (figura mítica, 4000 a.C.), el rey Wen y el duque de Chou (padre e hijo, aprox. 1150 a.C.) y Kung Tse (Confucio, 551-479 a.C.). La hipótesis actualmente más defendida sostiene que los estratos más antiguos del texto, tal como los conocemos hoy día, tomaron su forma presente en el siglo anterior a Confucio. El I Ching constituyó para Lao Tse (600 a.C.) y Confucio su fuente principal de inspiración. Confucio mismo es el autor de cerca de la mitad del texto interpretativo de los signos que ha llegado a nosotros, siendo él quien instituyó el I Ching como fundamento ético, espiritual, social y filosófico de la cultura china, desde su trabajo como funcionario de Estado.

INTRODUCCIÓN

El I-Ching, es diferente a todos los demás oráculos en dos cuestiones importantes.

En primer lugar, no ofrece respuestas específicas a las preguntas; sino más bien análisis detallados de los hechos sobre los que se hacen las preguntas, dependiendo de la situación en el momento de plantearlas. En segundo lugar es algo más que un oráculo; se trata de una expresión adivinatoria de un sistema filosófico. El I-Ching ha influido profundamente en el budismo chino y en las dos grandes religiones que China ha dado al mundo: la fe taoísta mágica y mística, y las austeras enseñanzas de Confucio, quien llegó a decir que si pudiera disponer de otros cincuenta años, los dedicaría por entero al estudio del I-Ching.

La filosofía que se explica aquí, es una versión china de la teoría de la polaridad de la dualidad que subyace en todas las grandes religiones orientales. Propone un principio positivo y dinámico, el "Yang", y un principio negativo formal, el "Yin". Los dos opuestos se complementan y ambos son manifestaciones del eterno e infinito Tai Chi.

ENCONTRAR UN HEXAGRAMA

Las permutaciones del Yin y el Yang se representan en el I-Ching mediante la interacción de líneas interrumpidas (- -) en el Yin, y de líneas continuas (--) en el Yang. Se las utiliza para formar ocho figuras de tres líneas (triagramas), como por ejemplo:

Estas se permutan para formar 64 figuras de seis líneas, hexagramas. La versión completa del I-Ching tiene una lectura distinta para cada hexagrama y para cada línea individual de la situación sobre la que se ha buscado consejo.

Al usar el texto original chino, arropado en un lenguaje simbólico relacionado con el folklore tradicional, la tarea de interpretación requiere una buena dosis de intuición. Por ejemplo, el consejo puede ser el de aproximarse a su problema "como se cree que lo hacen las zorras al cruzar los lagos helados".

El método tradicional de seleccionar un hexagrama es complejo, ya que intervienen cincuenta varillas secas de milenrama, aunque los adivinadores chinos desarrollaron una técnica más sencilla en la que se usan tres monedas. Un método más sencillo aún consiste en usar un dado.

Para obtener un hexagrama y consultar la sabiduría del I-Ching usando un dado, proceder como sigue:

a) Formule con claridad la pregunta sobre una situación y cómo se resolvería mejor, y anótela.

b) Arroje un dado seis veces y anote cada uno de los números que hayan salido en una columna vertical, colocando el primer abajo y el último arriba.

c) Trace una línea al lado de cada número, discontinua para los pares y continua para los impares.

d) Mire las tres líneas superiores de su hexagrama (representan el triagrama superior). Busque su triagrama particular en la línea horizontal del gráfico de más abajo (son los ocho triagramas superiores del I-Ching). El siguiente paso consiste en encontrar las tres líneas inferiores de su hexagrama en la columna vertical de la izquierda, que muestra los ocho triagramas inferiores. Busque el punto de encuentros entre ambos triagramas, avanzando vertical y horizontalmente. El número así encontrado le indica el hexagrama que hallará en la lista de la página siguiente.

e) Lea la breve interpretación adivinatoria del hexagrama de que se trate, e intente de imaginar intuitivamente su significado en el contexto de la cuestión, y en el de la situación de que ésta surgió.

Los eruditos orientales del I-Ching tienen el hábito de aprender de memoria todo el texto y el significado de su secuencia antes de intentar interpretar los hexagramas. Eso, sin embargo, sería muy poco práctico para estudiantes menos serios, a los que se aconseja intentar un método alternativo que implica aprender mientras se avanza, según el ensayo y el error.

A

B

C

D

E

F

G

H

A

1

34

5

26

11

9

14

43

B

25

51

3

27

24

42

21

17

C

6

40

29

4

7

59

64

47

D

33

62

39

52

15

53

56

31

E

12

16

8

23

2

20

35

45

F

44

32

48

18

46

57

50

28

G

13

55

63

22

36

37

30

49

H

10

54

60

41

19

61

38

58

CONSULTAR EL ORÁCULO

Cada vez que consulte el oráculo tome nota del consejo que encontrará en el cuadro de la página siguiente. Interprételo como mejor lo entienda, y anote brevemente sus ideas. Sea tan preciso como pueda con sus preguntas; cuanto más vaga sea la pregunta, tanto más será la respuesta. Una vez que la situación en cuestión se haya resuelto, vuelva a consultar sus notas. Entonces podrá reevaluar su interpretación original. Si no puede descubrir ninguna importancia inmediata en una respuesta dada, recuerde que se verá limitado por sus expectativas; es posible que más tarde vea el sentido en un resultado inesperado.

Se ha dicho que el I-Ching tiene personalidad propia, e incluso, "sentido del humor"; se irá familiarizando con el carácter del oráculo a medida que practica su adivinación. Si tiene la sensación de estar progresando quizá desee estudiar la edición de Blofeld, que es, más o menos una traducción al inglés del chino. El estudio del folklore y el simbolismo orientales, interesante en sí mismo, aumentará sin duda su comprensión o afinidad con el Libro del cambio.


Las monedas

Las monedas de i-ching representan uno de los métodos más utilizados para consultar el oráculo; si bien se pueden utilizar monedas comunes y corrientes, como las que se utilizan para comprar dulces, siempre es mucho mejor utilizar las originales monedas de i-ching ya que traen consigo la carga energética que requiere el oráculo.

Éstas se representan por caracteres chinos dibujados y en la cruz o seca de la moneda se encuentran dibujados los trigramas. Generalmente la persona que utiliza las monedas de i ching para consultar al libro debe tener las monedas entre ambas manos y a la altura de la frente, enfocando su mente en la pregunta que está realizando. Luego las agitará para después dejarlas caer sobre alguna superficie plana, y este mismo proceso se debe repetir un total de seis veces hasta que se forma el hexagrama resultante. moneda-de-i-ching-monedas

El hexagrama de debe dibujar en dos columnas que van desde abajo hacia arriba la líneas que formarán dos hexagramas, que a su vez podrán ser iguales o diferentes, según cual sea el resultado. Es importante destacar el hecho de que originariamente el i ching era consultado por varillas, pero éstas prolongaban demasiado el tiempo de la consulta y por esta razón las varillas fueron reemplazadas por monedas de i-ching las cuales poseen caras que a su vez tienen un número par y otro impar. La suma de los números que resulta de cada tirada da una cifra, que generalmente, si esa cifra es par, entonces representa una línea quebrada pero si la cifra resultante es impar, la línea será entera, y con estas finalmente se van armando los hexagramas y los trigramas. Muchos practicantes del i-ching, que adaptaron esta forma de consulta con la finalidad de utilizarla para la interpretación original de los hexagramas y las propias líneas del oráculo.

Los dos métodos para utilizar las monedas de i ching

Como bien hemos dicho, utilizar las monedas de i-ching para consultar el oráculo, hoy en día representa uno de los recursos más utilizados, aunque también debemos admitir que no es el más tradicional. Por esta razón, utilizar las monedas de i ching no resulta ser un método que asegure completamente la aleatoriedad del proceso, pero a su vez, agiliza la obtención del hexagrama resultante. Las dos variantes más utilizadas con las monedas i ching son la variante rápida, de tres monedas y la ultra rápida de 5+1 monedas.

moneda-de-i-ching-tiposMétodo de las tres monedas: lógicamente este método va a requerir de la utilización de tres monedas de i-ching, y el método consiste en lanzar las tres monedas, después de enfocarse en la pregunta que tiene en mente, anotar la cantidad de cruces y caras que salen en cada tirada y se debe repetir este proceso seis veces más, como bien comentábamos en el párrafo anterior del articulo. Después de esto, cada uno de los lanzamientos representan una línea, por ejemplo: si en un lanzamiento salen dos caras y un cruces la línea es cortada, si en otro lanzamiento salen tres caras y ninguna cruz la línea es continua.

Si sale una sola cara y dos cruces la línea es continua y si no sale ninguna cara y tres cruces entonces la línea será cortada, de esta manera se obtiene el hexagrama completo, con líneas de cambio, que luego puede consultarse es el libro. Es importante recordar que el primer lanzamiento corresponde siempre a la primera línea del hexagrama, o sea, al más bajo.

Método de las monedas 5+1: generalmente las personas que realmente están interesadas en aprender a utilizar las monedas de i ching y el oráculo saben que este es un método que realmente no tiene ninguna garantía ya que justamente como hemos dicho, es uno de los métodos más rápidos que tiene el oráculo, pero para que de todas maneras podamos entender este método daremos una explicación únicamente con fines ilustrativas: para comenzar se requieren seis monedas de i-ching que sen idénticas entre sí, y una de ellas debe tener algún tipo de marca especial, ya que debe representar la moneda de cambio.


Estas seis monedas deben lanzarse cuidando que en lo posible queden todas en línea, es decir, que la primera debe estar cerca nuestro y la última a lo lejos, formando siempre una linea. En este lanzamiento cada una de estas monedas representará a una de las líneas del hexagrama teniendo en cuenta que las cruces representan al Yin y las caras al Yang; algo parecido sucede con la moneda de cambio, aunque ésta representara una línea en movimiento. Teniendo esto en cuenta nos podemos dar cuenta que se trata de un método muy determinista ya que básicamente nos obliga a poseer una línea de cambio, siendo las líneas de cambio, la riqueza absoluta de la totalidad del sistema del oráculo.


LOS SESENTA Y CUATRO HEXAGRAMAS

1: sea audaz, pero no implacable, y todo terminará felizmente y bien.
2: se necesita un esfuerzo intenso, sin relajación.
3: si tiene prisa, vaya despacio; solicite la ayuda de otros.
4: decídase; ha llegado el momento de tomar decisiones. Aprenda de la experiencia.
5: su éxito quedará asegurado con una combinación de decisión, persistencia y sinceridad.
6: sea cauto; no corra riesgos, y no confíe en la suerte. Sus planes pueden conducir a un conflicto.
7: una acción bien considerada producirá éxito.
8: debe tratar de dar tanto como toma; elabore otro hexagrama.
9: sea feliz con pequeños éxitos. Sea responsable con los deseos de otras personas.
10: un problema puede superarse con iniciativa y tenacidad.
11: buena fortuna en esta cuestión.
12: las cosas no son lo que parecen; no corra riesgos ni siga el consejo de otros.
13: las cosas terminarán bien si considera los intereses de otros; no aplace decisiones.
14: busque la ayuda de otros. Prepárese para lo inesperado!
15: conserve la calma, haga lo que le parezca correcto y todo terminará satisfactoriamente.
16: evite las incomprensiones explicando su punto de vista. Busque ayuda.
17: conténgase o las cosas saldrán mal.
18: la situación es confusa; trate de desenredarla con paciencia. No sea perezoso.
19: una situación mezclada, con fuerzas buenas y malas agitándose; corte de raíz estas últimas.
20: evite la prisa excesiva; considere cuidadosamente cada factor implicado.
21: emprenda una acción positiva y contundente, y empuje enérgicamente hacia adelante.
22: aténgase a las reglas; no haga nada que pueda despertar objeciones en los demás.
23: retroceda y permanezca sereno. No haga nada. Momento para la paciencia y la prudencia.
24: experimente con lo nuevo; evite a toda costa aferrarse a lo viejo.
25: actúe de acuerdo con sus deseos más íntimos. Actúe con espontaneidad.
26: trabaje! Juegue! Sea muy extrovertido. Un momento para gran energía.
27: lleve cuidado! Concéntrese en lo importante, no en trivialidades. No desanime a otros.
28: momento para el esfuerzo sostenido y planificado.
29: no se comprometa; aténgase a sus principios y las cosas saldrán bien.
30: póngase de acuerdo con la realidad: no puede tenerlo todo.
31: la buena fortuna está con usted, pero evite ser complaciente. No pierda la corriente!
32: tiempo para aceptar los golpes de la fortuna. Sea humilde, como el junco que se inclina al viento.
33: es mejor una ordenada retirada e inactividad.
34: la situación terminará bien para usted si hace lo moralmente correcto.
35: controlará la situación si usa su influencia para el bien.
36: no se sienta deprimido; manténgase frío y tranquilo en medio del desorden.
37: tiempo para la lealtad, y para cumplir sus obligaciones.
38: están indicados el compromiso y la buena voluntad.
39: evite las disputas, busque la ayuda de los amigos.
40: tiempo para la audacia, olvidar el pasado y pensar en el futuro.
41: sea prudente, use de su fortaleza interna.
42: sea audaz; haga grandes cambios en su vida, pero tenga en cuenta los intereses de los demás.
43: sea firme; muestre buena voluntad y no actúe sobre esa base.
44: confíe en su propio juicio; tome sus propias decisiones y actúe sobre esa base.
45: trate de no ser demasiado seguro de sí mismo; busque ayuda y consejo de otros.
46: sea adaptable y esté preparado para pensar y actuar con rapidez, y para aceptar consejos.
47: una situación muy difícil; sea resistente.
48: trate de comportarse como se esperaría de usted; utilice su fuerza interna.
49: ante una situación que cambia con rapidez, debe estar preparado para cambiar con ella.
50: la situación no es prometedora; conténgase y no emprenda ninguna acción.
51: abundan las sorpresas, en general desagradables. Reflexione antes de actuar.
52: necesita fortaleza interna; es necesario un autoexamen sereno.
53: evite la precipitación; deje que las cosas se desarrollen a su propio ritmo.
54: no corra riesgos; sea muy prudente, evite ofender.
55: disfrute con lo que suceda. Relájese.
56: nada es seguro en este momento; debe ser paciente.
57: no haga ningún movimiento sin haber considerado antes las implicaciones.
58: sea generoso, tenga en cuenta todas las ideas nuevas, y coopere con los demás.
59: sea cuidadoso, actúe con desinterés. Asegúrese que sus motivaciones son honradas.
60: se encuentra en una encrucijada importante; acepte cualquier fuerza que se ejerza sobre sus acciones.
61: no pierda la calma; explique con todo detalle sus acciones.
62: concéntrese en los pequeños problemas; no trate de resolver los grandes.
63: prepárese para lo totalmente inesperado. Saldrá fortalecido.
64: el éxito se deriva de la prudencia; se halla sobre una capa de hielo muy delgada.

El nacimiento del I Ching

Cuenta la leyenda que miles de años atrás (se estima que en 2852-2738 a.C.), antes del nacimiento de la historia escrita, vivió un gran sabio chino de nombre Fu Hsi. Existe la creencia de que Fu Hsi fue el hombre que unificó la China, tornándose así su primer Emperador. Se le adjudica también la introducción en China de la agricultura. Hombre de intelecto increíblemente vasto, Fu Hsi extrajo del universo un modelo matemático perfecto, completo en todas sus condiciones y elementos. Tal modelo es formado por 64 figuras de seis líneas conocidas por los chinos como Kua. Cuenta aún la leyenda que Fu Hsi vio tales líneas por vez primera en el caparazón de una tortuga.

Para dar forma a los 64 hexagramas del I Ching, Fu Hsi analizó las variaciones y movimientos del universo, sus interrelaciones y las regularidades que tales fenómenos presentaban. A través de la comprensión de las leyes que regían dichas regularidades Fu Hsi llegó al origen de aquello que en occidente denominamos Destino. De esta forma los hexagramas de Fu Hsi representan lo que Jung llamaría de arquetipos cósmicos, y simbolizan las situaciones posibles de la vida humana entre el Cielo y la Tierra. Ellos forman el repertorio de los estados de transformación del Yin y del Yang, las circunstancias en las cuales estos imprimen sus diferencias y movimientos; nos explican cómo, y con qué intensidad, esos dos principios están en armonía o en conflicto, y cómo ellos se transforman uno al otro, pues interdependencia es la palabra clave del I Ching.


Así, ese sistema, compuesto exclusivamente por los sesenta y cuatro Hexagramas, representa una armonía operacional, la gramática de una lengua de 4096 signos (64 X 64). Un lenguaje que nos permite reconocer las normas universales, recoger la energía del Chi y actuar de acuerdo a ésta.

Desarrollo histórico

La escritura no existía en los tiempos de Fu Hsi. Sus conocimientos y descubrimientos fueron transmitidos de generación en generación, por un período de más de diez siglos. En la época que surge la escritura en China, recibieron su primera versión documental. Pasaron más de dos mil años y durante ese tiempo tales conocimientos, ya denominados I Ching, florecieron.
En el siglo XII AC reinó en la China el tirano Chou Shin, el útimo Emperador de la dinastía Shang. Chou Shin fue un gobernante despótico y cruel. En esa época también vivió un hombre llamado Wên, un erudito estudioso del I Ching, que gobernaba una pequeña provincia en área remota en el oeste de la China. Wên regía su gobierno por los principios del I Ching y era amado y respetado. Cuando el pueblo finalmente se rebeló contra el tirano Chou Shin, Wên fue llamado a liderar la insurrección, quien rehusó alegando la necesidad de actuar en el marco de las leyes. Chou Shin, temeroso del prestigio e influencia de Wên, mandó hacerlo prisionero. Este último, encarcelado, se mantuvo con vida gracias a su gran popularidad.

Durante el año de 1143 AC en que estuvo confinado, Wên se dedicó al uso y estudio del I Ching. En ese entonces existían dos versiones del I Ching - Lien Sah y Gai Tsen. Durante su reclusión Wên reinterpretó los nombres de los Kua y otras partes del libro. Él también cambió el orden de los Kua establecido por Fu Hsi, dándoles el ordenamiento vigente en la actualidad. En 1122 a.C., el hijo mayor de Wên, Yu, después de denunciar públicamente al Emperador Chou Shin, se rebeló y depuso al tirano, tornándose rey. El nuevo monarca, para honrar a su padre, lo homenajeó con el título honorífico de Rey. De esta forma, Wên pasó a la historia como Rey Wên, pese a nunca haberlo sido de hecho.

Yu murió pocos años después de tornarse rey, dejando en el trono a su hijo de trece años. El inexperto joven era obviamente incapaz de gobernar, de modo que el hijo menor de Wên, de nombre Tan y conocido como Duque Chou, gobernó en su lugar. Tan, iniciado por su padre en el uso del I Ching, interpretó y registró durante su reinado el significado de las líneas individuales del I Ching.

Era el año 1109 a.C. cuando el I Ching cobró la forma bajo la cual se lo conoce hoy en día. La eficiencia del reinado de Wên y sus hijos fue tan grande que lanzó las bases para la fundación de su dinastía (Chou), que duró 800 años, siendo la más larga y prolífica de la historia de China. El Rey Wên es el marco entre el mito (Fu Shi) y la historia en el I Ching.

Siglos más tarde (VI a.C.), Confucio entra en contacto con el I Ching. A él se le atribuye la frase: "Si tuviera yo algunos años más de vida los dedicaría al estudio del I Ching, y podría así escapar de muchos y enormes errores".

Se cuenta que Confucio, usuario frecuente del gran libro, tan sólo una vez reconoció un error de juicio en el oráculo: el libro señalaba al filosofo una falla de carácter que él era incapaz de reconocer. El sabio Confucio vivió en la China feudal (550-428 a.C.), y más allá de sus colaboraciones en libros clásicos como el I Ching, dejó obras que llegaron hasta nuestra época. Entre las más conocidas están Los Analectos, La Gran Ciencia y la Doctrina de la Medianía. Confucio escribió muchos comentarios al I Ching, hoy reproducidos en otros volúmenes. Tales trabajos, hoy conocidos como las "Diez alas", son considerados como parte integrante del libro.

En 213 a.C., el emperador Huang Ti, famoso por haber sido el constructor de la Gran Muralla, ordenó una gran quema de libros. Toda la antigua literatura fue incinerada. Fueron eximidos del fuego únicamente los libros oraculares, los de medicina y agricultura. De esta forma, el I Ching, considerado un clásico oracular, quedó a salvo, llegando al presente como el libro más antiguo conocido por la humanidad.

¿El I Ching funciona?

No hay una respuesta directa a esa pregunta. Un famoso escritor contemporáneo (Norman Mailer), preguntado sobre si creía en la vida después de la muerte dijo que prefería no responder pues este era un asunto en el cual se sentiría igualmente bobo pronunciándose afirmativa o negativamente. El I Ching está en esta categoría de asuntos.

Una eminencia occidental, el psicoanalista Carl G.Jung, manifestó públicamente su creencia en los vaticinios del I Ching (e hizo uso de éste durante toda su vida). El matemático Leibniz se dedicó a estudiar los hexagramas de Fu Hsi en los cuales juzgó encontrar similaridades con el sistema binario que había descubierto y que hoy es usado por los computadores.

Freud y su grupo condenaban Jung y Reich por su misticismo; sin embargo Abraham, uno de los más próximos a Freud, estando gravemente enfermo se operó con Fliess, igualmente místico, quien determinó el día más favorable al acto quirúrgico a través de implausibles cálculos del ritmo universal, a la manera de un astrólogo.

Muchos atribuyen valor al Libro; otros tantos lo juzgan un mero libro de adivinaciones. No importa. Hay muchas formas de ver el I Ching.

Se puede creer en su valor absoluto, intrínseco; es posible, como Jung, creer que éste tiene el poder de traer desde la profundidad del inconsciente hacia la superficie de la mente el dispositivo que nos permite visualizar un problema en sus reales dimensiones y deducir los medios de tratarlo; o se puede, finalmente, ver el libro en su otra faceta: no sólo un oráculo sino también un libro de cultura y sabiduría cristalizadas a lo largo de 40 siglos. Edad por lo menos dos veces mayor que la del gran libro sagrado occidental: la Biblia.

De esta forma, como respuesta a la pregunta propuesta en el inicio, preferimos registrar las palabras de Carl Gustav Jung:

"El I Ching no ofrece pruebas ni resultados; no hace alarde de sí, ni es de fácil abordaje. Como si fuera una parte de la naturaleza, espera hasta que lo descubramos. Aquellos a quienes no agrade no tienen por qué usarlo, y quien a él se oponga no es obligado a considerarlo verdadero. Déjenlo tan sólo ir por el mundo en beneficio de otros"

No hay comentarios:

Separadores,http://adornosparaelblog.blogspot.com

2010 Año de Yemanja " La madre de los Orixas"

Photobucket