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martes, 15 de junio de 2010

La misión de cada signo

La envidia es un sentimiento?


Muchos imaginan a la envidia de color verde, y esto puede tener su ápice de verdad, porque se dice que algunos se ponen un poco biliosos cuando la experimentan muy seguido y viven obsesionados por un bien ajeno.

En el Diccionario de la Lengua Española, la envidia se define como: “Tristeza o pesar por un bien ajeno.”1 Así podemos ver la diferencia entre el envidioso y el celoso que, según la misma fuente, significa: “Que tiene celos. Sospecha de que la persona amada mude su cariño” 2, aunque en ocasiones se utilicen los dos términos indistintamente para designar a alguien que no presta sus cosas.

......Por lo tanto, la diferencia entre envidia y celos es que en la primera hay un objeto o cualidad que se desea poseer como belleza, inteligencia, talento o bienes materiales. En cambio los celos son algo que tenemos y queremos conservar y nos inquieta precisamente la envidia de los otros sobre nuestro preciado bien; esta última situación se acerca más a lo que se entiende por egoísmo.

......Y hablando de definiciones, en el diccionario, junto a la envidia viene el verbo envidar, que en su segunda acepción (cercana a los celos) significa: “Convidar a alguien con algo, deseando que no lo acepte” 3. No cabe duda de que la sabiduría del pueblo se ve reflejada en el idioma, porque cuántos de nosotros no hemos sido obligados a compartir algo a pesar de nuestros primitivos y hasta cierto punto naturales sentimientos egoístas.


Todos recordamos que cuando éramos pequeños existía alguna “sabrosa o valiosa posesión” que nos hacían compartir mientras nos decían: “Claro que sí: convídale a tu prima” o “por supuesto que sí le prestas tus juguetes, ¿verdad qué siempre prestas tus juguetes?”.

......Un aspecto importante de la envidia es que nadie o casi nadie confiesa ser envidioso; desear algo que otro es o tiene, significa que soy o me siento inferior y que tengo menos que ese otro, por lo tanto la envidia es un sentimiento generalmente muy disimulado, guardado e, incluso, inconfesado y sólo en el fondo de nosotros mismos sabemos “qué es ese algo” que nos despierta la envidia frente a nuestros semejantes.

El bien que es envidiado suele ser muy variado a lo largo del tiempo, aunque alguno que otro hace que sintamos envidia de por vida. Puede ir desde objetos como un juguete hasta una mansión o personas, lo que es peor, cuando aspiras a tener al novio de nuestra mejor amiga o la esposa de tu mejor amigo, especialmente cuando no estamos muy seguros de lo que esa persona desea por sí misma.

......Una mezcla explosiva ocurre cuando la envidia se mezcla con los celos, como nos lo describe el mismo William Shakespeare al presentar al “pobre Yago” loco de envidia y odio, por lo que provoca los celos de Otelo hasta que éste mata a su mujer Desdémona. El envidioso piensa: si no soy feliz tampoco el otro lo será. Donde vemos que por un lado sufre por no tener y por otro odia a quien lo tiene.

......La envidia es tan propia de la idiosincrasia de la humanidad que se ha visto reflejada en la mitología donde hasta los dioses son envidiosos y no quieren prestar nada, así castigan a los generosos, como Prometeo que tuvo que robar el fuego para dárselo a los hombres. Y hay envidiosos famosos como la historia de Abel y Caín, Rómulo y Remo y la envidia mitológica entre algunos diosas como: Afrodita, Atenea y Hera, que su envidia las hacia rivalizar por ser la más hermosa.


Entre los envidiosos hay clases
.
Existen varias maneras de enfrentar los sentimientos de envidia, y todos de una u otra manera se hallan dentro de estas posibilidades:

1. Se envidia porque se admira a alguien y se desea ser como es. Muchas veces, este sentimiento impulsa a realizar mejores acciones o al menos a superarse. Parte del proceso de identificación con una persona que admiramos es querer parecernos a ella y, aunque dicho deseo no necesariamente podemos considerarlo como envidia, sí es posible distinguir un dejo de querer lo que el otro tiene, ya sea en cualidades personales o en bienes materiales.

2. Hay otra envidia negativa que consume la energía del envidioso y es la que hace sentir mal por no tener el bien o la cualidad ajena. Entonces surgen los peores sentimientos de frustración, rencor, deseos del mal ajeno e incluso odio.

3. Hay una envidia que entristece y deprime, cuando el envidioso —que incluso hipoteca su propia felicidad por estar envidiando lo de otros— no se percata de que tal vez él mismo posea cualidades y objetos que otros pueden envidiarle también.

4. Existe un sentimiento o deseo que quien lo siente cataloga de envidia buena “o de la buena”, lo cual no es muy claro en qué consiste, pero suele decirse de esos sentimiento netamente envidiosos cuando se desea algo que el prójimo tiene o le sucede y la diferencia es que no se desea ningún mal a esta persona, al menos conscientemente.

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2010 Año de Yemanja " La madre de los Orixas"

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